Dentro de las próximas líneas abarcaremos lo que confiere a la relación existente entre la forma deportiva y a los periodos del entrenamiento. El proceso de entrenamiento se estructura en periodos que contiene como base la forma deportiva. Los periodos de este proceso de entrenamiento contienen variaciones periódicas como la orientación, medios, métodos, correlaciones de preparación general y especial, dinámica de las cargas, entre otras.
Según el autor de este capítulo, L. Matvéiev, la forma deportiva es el estado de predisposición óptima en que se encuentra un determinado deportista para la consecución de los logros deportivos, de acuerdo a cada escalón de perfeccionamiento de una determinada disciplina. La forma deportiva presenta características desde el punto de vista fisiológico y psicológico. Entre las primeras podemos destacar la disminución de variaciones fisiológicas al realizar un trabajo al sublímite, una alta estabilidad y variabilidad de las adaptaciones a las distintas circunstancias en cuanto a los hábitos motores dinámicos, la elevación de la movilidad, el restablecimiento rápido de las capacidades post agotamiento. Dentro de las características psicológicas el mejoramiento de las percepciones especializadas, de la orientación consiente de los movimientos y razonamiento táctico, y aumento de las cualidades volitivas. Es de considerar que desde el punto de vista psicológico, la forma deportiva es la unidad de todos los aspectos de la predisposición óptima-física, psíquica, técnica y táctica para la consecución del éxito deportivo, en que existe por lo tanto una correlación armónica entre todos los componentes de la forma deportiva.
La forma deportiva se evalúa a través de los métodos pedagógicos a base de la calificación de las cualidades, hábitos y destrezas, mediante el resultado deportivo en las competiciones; y a través de los métodos médico-fisiológicos que tienen por finalidad el conocer la capacidad de los sistemas más importantes del organismo en consecución a la capacidad motora. También cabe destacar que el proceso de la forma deportiva se divide en tres fases:
- La fase de adquisición de la forma deportiva que comprende la formación y desarrollo de las premisas de ésta y su posterior consecución.
- La fase de estabilización relativa (mantenimiento) de la forma deportiva que como ésta misma dice, tiene que ver con el mantenimiento de la predisposición óptima para alcanzar buenos resultados.
- La fase de la pérdida temporal de la forma deportiva caracterizada por la reducción de la readaptación.
Todo esto pareciera un poco complejo de comprender pero debemos tener en cuenta que la forma deportiva es el estado óptimo para un determinado escalón de una disciplina pero no lo es para el nivel siguiente, por lo que se hace prescindible hacer una reestructuración en el desarrollo de las cualidades físicas. Y que las tres fases anteriormente descritas, se producen por consecuencia de las influencias que ejerce el entrenamiento (etapas de modificaciones morfológicas, fisiológicas y bioquímicas en un momento).
Con lo que respecta a los periodos del proceso de entrenamiento son intervalos sucesivos de dirección del desarrollo de la forma deportiva y los aspectos prácticos de la preparación del deportista, en que el número y duración deben coincidir entre ambos. El proceso de entrenamiento consta de tres periodos:
- Periodo preparatorio que es donde se crean las premisas y condiciones necesarias para la forma deportiva.
- Periodo competitivo que es donde se mantiene la forma deportiva aplicada al logro de los éxitos deportivos.
- Periodo de transición que es donde se manifiesta el descanso activo para el deportista.
Las condiciones de la periodización del entrenamiento confieren a que los plazos de las competiciones son establecidos de acuerdo a la forma deportiva, al número de competiciones con intervalos para el reestablecimiento y así alcanzar la maestría del deportista y el perfeccionamiento de las cualidades físicas y psíquicas.
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